Puede que sí, puede que no. La evolución de la sociedad en los últimos años y la de la mujer dentro de ella implica un tipo de vida mayormente sedentaria. Trabajamos muchas horas de pie o sentadas, nos desplazamos en automóvil, estamos muchas horas pegadas al teléfono, comemos mal y hacemos poco ejercicio físico.
El interés por la celulitis no nació hasta finales de los años 70. Si buscamos literatura o fotos de mujeres de los años 50 y 60, pocas vamos a encontrar con celulitis. Ya sea porque llevaban un tipo de vida más activa ( nada de móviles ni ordenadores, muchas escaleras, pocos ascensores, mucho caminar y poco automovil ) y una alimentación más sana o bien porque no existía el Photoshop.
Piel de naranja, queso cottage, paniculopatía edemato fibro esclerótica o simplemente celulitis, son algunos de los nombres con los que ha sido bautizado este problema o mejor dicho esta “epidemia” de ámbito femenino.
La celulitis afecta a todas las mujeres: altas y bajas, gordas y delgadas, bellas y menos bellas, ricas y pobres, administrativas y modelos, jóvenes y menos jóvenes. La celulitis es una plaga y como tal está siendo tratada, aunque lamentablemente, todavía no se ha inventado la vacuna para erradicarla.
¿Tendré siempre celulitis? Nos preguntan muchas de las mujeres que están empezando a trasladarnos cada mes sus inquietudes por correo electrónico.
La respuesta es sí, porque siempre nos saltamos alguna de las normas del decálogo anti-celulítico. “Un día es un día” “ Mañana empiezo la dieta” o “ Ya me he apuntado a pilates” son algunas de las frases más utilizadas con el único fin de redimirnos de nuestros “pecados”.
La celulitis exige “cuidados intensivos” si lo que deseamos es mantenerla bien oculta, pero si lo que queremos en realidad es eliminarla para siempre entonces deberemos implantar un cambio radical en nuestros hábitos de vida.
Durante muchos años, he estado observando a las mujeres y a su celulitis y existen varios denominadores comunes entre ellas: las mujeres que no tienen celulitis transitan mucho, tienen una actividad física constante, van en bicicleta, suben por las escaleras, ingieren un mínimo de 1,5 litros de líquido al día (agua, infusiones o caldo), llevan una dieta estricta baja en sal, rica en fibra, verduras, fruta y legumbres, nada de carne y poco pescado, evitan posturas sedentarias durante largos periodos de tiempo (oficinas), utilizan ropa interior holgada (poco apretada), practican algún tipo de deporte con regularidad (fitness dirigido, natación, running, bicicleta), evitan el café, el alcohol y el tabaco, hidratan su piel con cosméticos específicos, disfrutan de algún que otro tipo de masaje drenante al menos una vez por semana y procuran dormir un mínimo de 7 horas al día.
Si estadísticamente el dato nos dice que el 93% de las mujeres tiene celulitis, será porque sólo un 7% es capaz de llevar una vida como la que os acabo de describir en el párrafo anterior.
Ergo ¿la celulitis es para siempre? Puede que sí, puede que no. Si intentas cumplir habitualmente con un 70% de los hábitos descritos anteriormente, tienes posibilidades de “mantenerla a raya”. Si lo tuyo es Coldplay, “ que viva la vida”, entonces admite que la celulitis forma parte de ella y sé feliz.